¿Para qué demostrar sabiduría? 

¿Para qué desprenderse de avaricia?

¿Para qué defender la empatía?  

¿Para qué sentir envidia?  

¿Para qué intentar acallar a otros?  

¿Para qué dejarse acunar por la impaciencia? 

¿Para qué reivindicar valor?  

¿Para qué dar alas a la impulsividad?  

¿Para qué aupar la impecabilidad?  

¿Para qué ceder al rechazo?  

¿Para qué reclamar respeto?

¿Para qué requerir dignidad?  

¿Para qué apreciar la bondad?

¿Para qué renunciar al egoísmo?

¿Para qué aceptar la confianza?

¿Para qué negar la ignorancia?

¿Para qué…?

Cuando la Providencia vela,  

cuando la Energía se hace consciente,  

cuando la Existencia abre el camino,  

Apelamos al "Todo es Uno".